Claudia Zúñiga / Tumberos del Puerto

Claudia Zúñiga es porteña, danzante autodidacta, tallerista de tumbe y directora de la comparsa Tumberos del Puerto. Baila salsa desde que tiene 17 años, y a partir de ese primer contacto con los bailes latinos nació su curiosidad por los lenguajes danzarios de raíz africana. Como reflexiona Claudia, una característica atractiva de estos lenguajes es que permiten acercar más a quienes no bailan, o a quienes disfrutan el baile de forma libre.

En 2017, Claudia vio un afiche que anunciaba un taller de tumbe que iba a dar Isa Bravo (Isa Guayabita) en Valparaíso. A partir de esa experiencia, junto a varias danzantes que habían participado del taller y a un grupo de músicos que ya tocaban otras músicas de raíz africana, participó de la formación de Tumbahía, la primera agrupación de tumbe en el puerto, que en un inicio contó con alrededor de 20 integrantes. Sin embargo, pronto esa agrupación se dividió, en 2018, y nació Tumberos del Puerto, primero como conjunto de escenario y posteriormente como comparsa. La agrupación se fortaleció con la realización de una convocatoria abierta, a la que respondieron cerca de 50 personas, y en sus inicios contó con la participación de varias/os músicos/as y danzantes que actualmente están ligados/as a otras agrupaciones y repertorios. Hoy, Tumberos del Puerto es el principal proyecto de vida de Claudia.

Desde su creación, Tumberos del Puerto ha participado constantemente en el Carnaval de los Mil Tambores, invitando varias veces a tumberos/as de distintas agrupaciones a nivel nacional para participar en un pasacalle conjunto. Para Claudia, lo más importante en la práctica del tumbe es la visibilización del origen y las demandas de reconocimiento del pueblo tribal afrodescendiente, aunque en la actualidad solo una pequeña parte de las canciones y coreografías de la comparsa tienen que ver con esa raíz. Más bien, Tumberos del Puerto se ha dedicado a trabajar sobre la identidad multicultural propia de Valparaíso, dando origen a una creación danzaria y musical “afroporteña”:

…en Valparaíso pasa lo que no pasa en ningún lado, que es esta mixtura permanente, porque aquí hay cultura de la danza, sobre todo de la danza afro, y el círculo es bastante amplio de quienes la practican, y son las mismas personas que se van rotando. Entonces eso también ha dejado harta identidad, en la agrupación. También esto de la porteña po, la identidad de la mujer porteña, esta mujer que es más chora, que tiene los tremendos tutos porque se lleva subiendo escaleras, todo el día, es súper luchada la vida acá…”

A estas alturas, para Claudia la propuesta de Tumberos del Puerto se podría describir como un tercer tipo de tumbe, distinto al tumbe azapeño y al tumbe del sector ariqueño de La Chimba. Por supuesto, el estilo de Tumberos del Puerto se nutre de los distintos referentes del tumbe afroariqueño que han venido a darles clases, tales como Caro Letelier, Caro Castillo, Cecilia Astudillo o Edgar Vargas, pero igualmente incorpora las raíces propias del puerto.

Tumberos del Puerto funciona como una agrupación principalmente callejera. Aunque suele gestionar espacios para realizar los ensayos, para Claudia es notoria la falta de fomento a este tipo de expresiones culturales callejeras en una ciudad que se supone una capital cultural del país. La comparsa no realiza trabajo territorial en un lugar específico de la ciudad puerto, la comparsa agrupa a muchas mujeres, generalmente de mediana edad (35 a 45 años), que han sufrido situaciones de violencia de género, lo que se ha convertido en un eje de trabajo de la agrupación, construyendo espacios de cuidado colectivo.

Creo que se ha construido un espacio bien amoroso en torno al tumbe, y en torno a lo que significa la tribu, que eso es mucho de la africanía, ¿cachai? El círculo, la tribu en torno a la hoguera. El estar unidos.”

La comparsa funciona con asambleas periódicas, y aparte del trabajo con las mujeres también se ha enfocado en trabajar con niños/as, pues muchas/os de las/os integrantes de la comparsa también llevan a sus hijos/as a aprender. En general, comprenden la comparsa como una “tribu”, donde lo principal es la familia y se cuidan mucho los espacios, por ejemplo, para que los/as niños/as no normalicen el consumo de alcohol u otras drogas. En suma, se trata de que las personas comprendan que el carnaval es también un espacio de sanación y de bienestar emocional para todas/os las/os participantes, quienes, como enfatiza Claudia, comparten la apreciación de que esta práctica transformó sus vidas.

Aunque, a veces, los vestuarios que ocupa en sus presentaciones son caros, Claudia recalca que al interior de la comparsa todo se hace con mucho esfuerzo, y las personas que confluyen en la agrupación son desde dueñas de casa y profesionales hasta pobladoras. Incluso, la propia actividad de la comparsa posibilita ciertos circuitos de economía circular, así como la oportunidad de tener una remuneración ocasional por la participación en alguna de las presentaciones pagadas para las que Tumberos del Puerto es solicitado. También en términos personales, el camino de la danza está comenzando a rendir frutos para Claudia, y permitiendo que se pueda sustentar con esta actividad, algo muy lejano a lo que jamás se imaginó antes de conocer el mundo del tumbe y de las comparsas:

Soy una pobladora, nací en un ghetto en Valparaíso, y el baile me ha logrado abrir paso a un mundo que yo de verdad no conocía, y que creía que no era para mí, porque yo hasta los, no sé, 15 años pensé que yo me iba a quedar en la pobla po. ¿Cachai? Creo que la historia que te estoy contando representa a mucha de la gente que compone Tumberos.”

Entrevista realizada de forma virtual, 18 de noviembre de 2022