Ángela Melo

Ángela “Choti” Melo, oriunda de Viña del Mar, es bióloga marina de profesión y actualmente reside junto a su pareja y sus dos hijes en la comunidad ecológica Blowing in the Wind de Reñaca. De pequeña fue parte de los niños cantores de Viña del Mar por iniciativa de su madre, quien fue siempre la que estimulaba su lado artístico. Aun así, y en el medio de la carrera de biología marina, Angela establece amistad con el grupo de amigos/as con los que aún sigue tocando y compartiendo la cultura afro. Con el tiempo todos ellos/as se irán sintiendo cada vez más atraídos hacia la cultura del oeste africano.

“…partí tocando con los chiquillos, experimentando, tocando pero recién enterándonos de cosas, estaba todo muy incipiente acá. Y así partimos, investigando por las nuestras. No existía la accesibilidad que existe ahora de meterse a Youtube, bajar el video y sacar la danza, teníamos apenas un VHS de las percusiones de Guinea…”

Ángela fue parte también de los talleres de Susana Gonzalez, donde entró en contacto con danzantes como Aintzane “Chany” Alvares, junto a quienes Ángela optó por seguir un camino de profundización de las danzas del oeste africano, a veces llamadas danza mandingue. Después de dos años de training con Susana, y en el contexto de sus búsquedas danzarias, Ángela y Aintzane comienzan a viajar algunas veces al año a Buenos Aires para tomar clases con el músico y bailarín senegales Cheikh Gueye, quien las contacta de primera fuente con el material propio del oeste africano, además de introducirlas en una concepción de lo escénico que en ese momento era bastante nuevo para ellas.

Ángela reconoce como sus principales maestras/os a Susana Gonzalez, Cheikh Gueye y Edel Deleris, con quien Ángela adquirió lo que en sus palabras define como el rigor. Regularmente, viajaba a Santiago para estudiar con ella, pernoctando en la casa de Edel y Gonzalo “Chalo” Camus, haciendo de esta experiencia una formación bastante integral.

En 2005, Ángela realiza su primer taller propio, por invitación de su hasta ahora pareja y padre de sus hijas Gonzalo “Chalo” Reyes, y lo hace en el mismo lugar donde reside actualmente y desde hace siete años. Ella reconoce que la familia y comunidad de la que hace parte ha sido construida, principalmente, a partir de la práctica artística afro.

“El primer taller que hicimos fue aquí, en Blowing, eran los sábados en la mañana. Era como el paseo al bosque, y duraba casi todo el día porque, claro, se suponía que tenía que durar una hora y media pero duraba como tres, y después veníamos a comer todos juntos, todo giraba en torno a la actividad. Cuando nos vinimos para acá hicimos un grupo bien potente con la gente que vivía acá po, muchas de ellas siguen bailando conmigo…”

En el transcurso de su trayectoria, Ángela también ha hecho clases en el centro cultural Ex-Cárcel de Valparaíso, y junto a su agrupación Afro Play participaron en el Carnaval Mil Tambores hasta el año 2015.

El devenir de los talleres que impartía Ángela y las actividades de Afro Play la mantuvieron de ida y vuelta entre Reñaca y Valparaíso hasta el nacimiento de su hija mayor, siete años atrás. Desde ese momento basan toda su vida familiar, comunitaria y artística en la comunidad Blowing in the Wind. Aunque ello ha implicado alejarse un poco de Valparaíso y Viña del Mar, a su vez se mantienen activos con proyectos en su territorio.

”Y nada, todo cambió ahí, transmutándose con la crianza. Cambian los tiempos, los ritmos, y también se fue gestando, al mismo tiempo, una nueva forma de hacer afro, van cambiando los ritmos, por un afro más centrado en la naturaleza. Empezamos a explorar la melodía en el afro, a estudiar más los cantos, el balafón, exploramos mucho más lo melódico, por las niñas, por el entorno que nos rodeaba. Tampoco dejamos lo otro, pero nos fuimos más por esa rama, exploramos más también las máscaras. El “Chalo” es diseñador gráfico, por eso nos fuimos mas también por la plástica.”

Entrevista realizada de manera virtual, 22 de mayo de 2023